APROXIMACIÓ A VERONIKA VOSS I FASSBINDER

Fa molt poc vaig veure per primera vegada "L'ansietat de Veronika Voss" i em va semblar que era un bon moment per escriure i homenatjar Rainer Werner Fassbinder.
La pel·lícula està bastant allunyada d'altres llargmetratges del director. No fa difusió aquest cop de posicions polítiques però sí que tracta el tema social vetlladament com bé és d'esperar d'un director de les seves característiques. La pel·lícula és pràcticament rodona i a través del fil conductor de l'estètica d'un thriller ens va capbussant a una història on van canviant les coses quasi a cada 10 minuts de metratge. Bé podríem dir que els canvis no sempre ens impressionen, i a vegades semblen com forçats, però donen sempre una riquesa al final del metratge que fa que la pel·lícula a més de bona esdevingui engrescadora.
La pel·lícula comença amb una trobada que ben bé podríem titllar de "la bella y la bestia social" un home periodista d'esports en un diari amb una posició no massa còmode socialment i una actriu de cinema aparentment d'una alta posició social. La por al principi pot ser recurrent si heu vist "El ocaso de los dioses", però tranquils, que no va per aquí i no hi ha puntada sense fil. Les converses ben bé podrien ser, en aquest cas, en comptes d'entre persones directament, tretes a través dels llavis dels protagonistes, converses entre classes socials divergents. Tot canviarà i res quedarà immòbil. L'antiga premissa de dona amb problemes i home que vol ajudar-la, tan pròpia del thriller, funciona.

Aposta segura per Fassbinder, el qual, algun cop he pressentit que amb altres formats hagués esdevingut encara més gran per la plasticitat d'aquests. Encara així, crec que hem de donar les gràcies de què escollis per arribar a la gent probablement el que sigui el més popular dels formats. Cinema en pantalla gran per qui per mi, amb els meus coneixements,  és un dels millors dramaturgs del segle XX.

Grandiloqüència sempre del costat de la lluita de classes, aquest és el senyor Fassbinder.

CASTELLANO


Hace muy poco vi por primera vez "La ansiedad de Veronika Voss" y me pareció que era un buen momento para escribir y homenajear a Rainer Werner Fassbinder.
La película está bastante alejada de otros largometrajes del director. No hace difusión esta vez de posiciones políticas pero sí trata el tema social veladamente como bien es de esperar de un director de sus características. La película es prácticamente redonda y a través del hilo conductor de la estética de un thriller nos zambullimos en una historia donde van cambiando las cosas casi cada 10 minutos de metraje. Bien podríamos decir que los cambios no siempre nos impresionan, y a veces parecen forzados, pero dan siempre una riqueza al final del metraje que hace que la película además de buena se convierta en estimulante.
La película comienza con un encuentro que bien podríamos tildar de "la bella y la bestia social". Un hombre periodista de deportes en un diario con una posición no muy cómoda socialmente y una actriz de cine aparentemente de una alta posición social. El miedo al principio puede ser recurrente si se ha visto "El ocaso de los dioses", pero tranquilos, que no va por ahí y no hay puntada sin hilo. Las conversaciones bien podrían ser, en este caso, en vez de entre personas directamente, sacadas a través de los labios de los protagonistas, conversaciones entre clases sociales divergentes. Todo cambiará y nada quedará inmóvil. La antigua premisa de mujer con problemas y hombre que quiere ayudarla, tan propia del thriller, funciona.

Apuesta segura para Fassbinder, el cual, alguna vez he presentido que con otros formatos se hubiera convertido en aún mayor por la plasticidad de estos. Aún así, creo que tenemos que dar las gracias de que escogiese para llegar a la gente probablemente el que sea el más popular de los formatos. Cine en pantalla grande para quien para mí, con mis conocimientos, es uno de los mejores dramaturgos del siglo XX.

Grandilocuencia siempre del lado de la lucha de clases, este es el señor Fassbinder.

Canción a Syd Barrett

                                           Canción a Syd Barrett

Suena a protesta y el capitán loco se carcajea

de nuevo y de nuevo y de nuevo........

Hasta bajo tierra se oyen sus risas..........

Pararos a escuchar si llega su tren; quizás

algún día seáis arrollados por una ostentación,

y una vez devengada vuestra ganancia esa 

cara jamás recordará lo que una vez fuisteis.

Quizás el enojo de haberlo dado todo y

haberse quedado sin nada os haga seguir

comerciando, esta vez con cosas vanas.

Mientras lo sigáis recordando como algo

lejano permanecerá latente, para que de 

forma ilusoria alguien vuelva a encontrarlo.

Mientras el océano avanza hacia atrás,

el capitán rema.

UN MANIFIESTO SIN CERTEZAS

                                            UN MANIFIESTO SIN CERTEZAS




Un remor ha sacudido mi cuerpo. Algo que toca en hueco y que ha vuelto a mi cabeza con la semblanza de un golpe certero. Algo, un comentario,
un consenso entre antigüas charlas, el rumor del sarcasmo utilizado por los antigüos para referir la palabra sofisma......
Esta palabra, al parecer, era utilizada en según que circulos filosóficos sarcásticamente como un sinónimo de mentira;
lejos de eso, su significado viene a ser el de una verdad absoluta a la que no se puede sacar las vueltas de ninguna manera,
palabras que se sostienen como el hormigón, que bajo ningún precepto ni acoso dejan de mutar en su mismo eje sin moverse,
ni un ápice. No se puede destruir un sofisma, reza la descripción.......


Volvamos al mundo real por unos segundos..... pronto lo dejaremos........

Muy pocas expresiones he encontrado en mi realidad irrebatibles, todavía menos en las imágenes que se comparten entre amigos
 en calidad de tal..... todavía recuerdo una mazada en la púber carpeta de mi hermano cuando yo todavía era un niño:
"La filosofía es la forma de decír lo que todo el mundo sabe sin que nadie lo entienda" rezaba entre innumerables frases
manchadas por el acné.


¿¿Cuántas veces el hombre ha intentado encontrar certezas en el terrorífico espacio entre el abismo y él?? ¿¿Cuantas verdades
han mutado en polvo para, a su vez, mutar en verdad para, a su vez, mutar en polvo ?? Qué angustia en medio del lodazal.....
Vamos como ciegos y descalzos buscando un mundo de certitud, pero aunque eso sea sólo momentáneamente posible, todavía
 nos queda un mundo...... Es un mundo que nos apasiona por lo irrefutable de su ser, una serpiente que cascabelea anunciando
su sola presencia. Por qué sabe que ella debe estar.Por qué sabe de su gran verdad que nos atiza sin necesidad ni permiso.....
Es un ser omnívoro .Este ser no conoce piedad y revolotea desafiante. Este ser acepta que lo llamen por el nombre de pila,
aunque a veces encuentra pseudónimos en las canciones......  este ser acepta y espeta sofisma. No le da miedo, sabe que el tiempo
esta de su parte. A veces contonea por las historias y mete indiscretamente sus narices en las grandes epopeyas, alevoso, lleno de
descaro y sin mostrar careta. Aclama a los dioses, aclama a los místicos, aclama a paganos,se persona ante agnósticos y ateos
y cuando los tiene presentes...... los convierte en cenizas. Porta una tea en la mano y en la entraña la chispa.....
este ser responde a un nombre. Su nombre es POESÍA.

Quizás de esto anda detrás el hermetismo masón, quizás es con esto con lo que realmente azotaban los humanistas a los plebeyos....
quizás peco de soberbio, pero, si esto no es un sofisma habría que inventarlo. O mejor dicho. Si esto no es un dios, habría que
enfundarlo......

No sé si existe comunidad que hable de su total certeza, no sé si existe su credo como sofisma, no sé que nombre se le habría
de dar en el caso de que existiera o que se fundara. Quizás Stendhalistas dando voz al síndrome del famoso escritor....
pero hay una cosa que si se. Cuándo los demás no estemos...... quedarás tú. Y quizás, eso, solo eso, sea suficiente consuelo.

EL 2015

                                              EL 2015



Hacía tiempo que ni siquiera podían ir de vacaciones, el tiempo propio que antes disponían para si se había quedado en nada. El hecho de distraerse unos segundos era fatal. Así me lo hizo saber y así lo viví cuando aquella bola peluda y negra se lanzó a morderme una pierna. Él la aparto violentamente. Cuando serenó el momento me explico lo mal que lo estaban pasando. Aquél engendro era casi imposible de dominar. Cuando no intentaba prender fuego a algún rincón de la casa, se entretenía desatornillando las uniones de las tuberías del gas. Más de una vez lo había estado a punto de lograr, pero la concienzuda paciencia de sus propietarios había dado algún fruto que otro y habían así evitado más de un desastre de magnas dimensiones.

- ¿Qué raza es? - Pregunté yo, casi en la más absoluta ignorancia.

- Lo único que sabemos es que no es humano.

El bicho, mientras, se rascaba provocándose a la vez heridas en los brazos. Era pequeño y peludo. Mostraba una agilidad semblante a la de un simio, pero sus movimientos eran mucho más violentos y espasmódicos, y cada vez que movía su pequeño cuerpo parecía como si sus articulaciones crujieran, provocando en el estupefacto espectador tanto miedo como asco.

- No sé - me decía - ya lo hemos intentado todo. Nos turnamos para dormir, procuramos que la casa jamás se quede sola. Pero él siempre encuentra un hueco para sorprendernos. Muerde el cable del teléfono, lo destroza todo y rara vez muestra nada semblante a la culpabilidad.

El otro día, sin ir más lejos, llamaron a la puerta al mediodía. Abrí sin demasiada alegría. Creía que posiblemente se tratara de algún vecino alertado por alguna jugarreta de nuestro estimado inquilino. Y aunque la noticia seguramente si había llegado de la mano de algún propietario del edificio, la invitación de cambio esta vez se presentaba de una manera mucho más ceremoniosa. Se trataba ni más ni menos que de una patrulla de servicios sociales.

Entraron y se acomodaron. El bicho hizo algún ademán de agresión, pero pronto di al traste con el de un empujón certero.

Dieron rodeos. Empezaron a explicarme que había soluciones para personas en nuestra situación. Me hablaron de un servicio de asistencia social que realizaba pequeños trabajos de ayuda durante un número limitado de horas, de centros donde se cuidan de reeducar a seres conflictivos..... Pero pronto salió el tema que en realidad los había traído hasta allí; el sacrificio del bicho.

- Miren, les voy a ser sincero, este monstruo al que yo alimento es un auténtico engendro; más malo que el mismo demonio, pero ya hace tres años que vive con nosotros, y es como de la familia. Jamás mataría a un miembro de mi familia. Y de la misma manera que como antítesis el odio forma parte del amor, este bicho forma parte de mi vida. ¡¡ Es mi familia !!

Quizás me encendí demasiado, pero la cuestión es que al final se fueron. Mi rotunda negativa surgió efecto como el bálsamo que a veces supone una oposición férrea ante alguien al cual sus convicciones se encuentran bailando entre dudas. Pasó el día, otro día más entre las obligaciones cotidianas y las impuestas. Aquél bicho dubitaba. Tenía la inteligencia suficiente como para saber que algo malo iba con él. No podía evitar la violencia como inherente a su ser y en cierta forma me recordaba a mi. Un alter ego de mi insuficiencia años atrás. Matarlo a él sería como matar una parte de mi. No podía delegar nada en nadie.

Ahí estábamos, mi pesadilla y yo. Y aunque sabía que para cerrar el círculo solo podía matarlo con amor, la tentación de alimentar mi odio con su odio era demasiado fuerte. Cada vez que tenía un objeto contundente, cada vez que cerraba el puño o al sonreír apretando los dientes.

Cada pequeña jugada del iracundo ser era una invitación a saltarse las reglas. Pero hace mucho de eso. Los días eran tristes y los atardeceres parecían más rojos. Yo, en realidad todavía no te conocía bien; no al menos como te conozco ahora. Todo latía a diferente velocidad y sin duda, eran días malos.

- ¿Te acuerdas la primera vez que vinistes aquí?

Sólo entrar por la puerta ya te quiso agarrar. No parecía que le cayeras muy bien. Tuve que dar un bote de proporciones bíblicas para agarrarlo. Seis años de eso. ¡¡Quién lo diría!!

- Sí, pero al final acabó bien..... quiero decir. El bicho murió de viejo.... puede sonar estúpido, pero acabo bien...... ¡¡lo mataste de amor!! Es una tontería pero se podría decir...... Ahora que más da. Solo son remansos. Qué más da que le cayera bien a ese ser o no. ¡¡Qué más da ya nada!!

- No sé, quizás lo que me preocupa es que por ese entonces no le cayeras bien........ ¡¡a este ser!!

No es que encuentre a faltar a ese ser. A veces diría que aún sigue con vida. La violencia vuelve cada vez que me acuerdo de él. No te confundas. Simplemente, no sé. No sé.